AZAREMUN: julio 2011

28.7.11

PIÑA EN ALMÍBAR CADUCADA

Allí estaba él, en casa, con unos colegas, viendo no se qué película para distraerse. Latas de cerveza se iban acumulando en la mesa baja la tenue luz azulácea que impregnaba de blues toda la habitación, mientras las conversaciones daban giros temáticos de 180 grados. El aire estaba cargado de pesadumbre y las pupilas enrojecidas. No del tabaco, eso sí. Damian odiaba cuándo las novias de su padre fumaban sin ninguna consideración delante de él. Por equis razón desarrolló algún tipo de rechazo natural al humo de los cigarrillos y sus amigos tienen bien sabido que quien quiera fumar debe abrir el gran ojo de buey bajo el cuál se proyectaba la insomne ciudad. Se levantó un segundo a tomar un poco de aire. En realidad fue a dilucidar cuál sería su siguiente destino en aquella noche insulsa, cuándo sus amigos ya no aguantasen más aquella peli"cultísima" de cine oriental y metraje tan lento. ¿iría al Moulin Rose?¿A la orilla del Lago en dónde solía encontrarse con la persona especial que una vez lo abandonó?¿o quizás simplemente a pasear por el distrito peligroso, con la esperanza de que algo impactante le ocurriese en su vida, y le devolviese el sentido que una vez perdió?...Demasiadas preguntas para una noche insulsa. En el fondo todo vale. todo sirve con tal de hacer tiempo para que se desfallezcan sus ojos. Cualquier cosa que le evite encararse con el espíritu gordo violeta, ese ser apático de voz serena y grave que no deja de crecer, que se mueve muy despacio, y que siempre llena la habitación de un frío incómodo del que ninguna manta te puede proteger. Todavía no sabía como echarlo de una vez por todas, todavía seguía allí, unas habitaciones más allá, inspeccionando el pasillo desde el delgado hueco de la puerta entre abierta, esperando la compañía de su ahora inseparable amigo Damian...